Desde siempre me fascinó la calidad y fuerza de las obras de los artistas chinos entorno a la Revolución, el cartelismo, los murales, etc. así como el cartelismo ruso y su gran influencia en el arte gráfico y visual. La calidad de este tipo de arte es indiscutible y numerosos artistas contemporáneos en cierta manera han recurrido a este tipo de imaginería comunista, rusa como china. No en vano Andy Warhol dedicó numerosas versiones del retrato de Mao y una instalación dedicada exclusivamente a su figura en 1974 en el Musée Galliera de Paris.
A través de las fronteras: China, Corea, Japón.